El Regalo de la Furia Nocturna (El Obsequio de Furia Nocturna en España y The gift of the Night Fury en inglés) es un especial de media hora en DVD Blu-Ray.
Trama[]
Durante el la celebración de Snoggletog, los dragones de residentes de Berk y los salvajes abandonan la isla para migrar hacia un lugar desconocido, Chimuelo parece querer ir con ellos pero no puede, pues necesita de Hipo para poder volar, por lo cual éste le elabora una nueva cola de vuelo con la que capaz de volar por sí mismo, pero este no regresa durante mucho tiempo y esto preocupa a Hipo, siendo sobre todo al ocurrir en la víspera de Snoggletog. Accidentalmente, gracias a la ayuda de Albóndiga, Hipo descubre una nueva isla. Al aterrizar Hipo descubre que todos los dragones que han abandonado Berk, lo han hecho es la época de crianza. Él se encuentra con los dragones de sus amigo pero no con Chimuelo, los dragones bebés salen del cascarón, pero no pueden volar. Con la ayuda de los adultos, Hipo, las crías y los demás dragones vuelven a Berk. Y cuando parecía que Chimuelo nunca volvería, este aparece en el gran banquete de Snoggletog con el casco que Hipo había perdido días atrás, pues recuperarlo era el motivo de haberse ido, entonces todos juntos, vikingos y dragones celebran Snoggletog y la paz y armonía entre ellos. Entonces al día siguiente, aunque ahora es capaz de volar libremente cuando lo desee, Chimuelo rompe su nueva cola para demostrarle a Hipo que solo quiere volar sí está junto a él, terminando con ellos emprendiendo el vuelo otra vez unidos.
Sinopsis[]
Comienza con una introducción similar a la de la película; Hipo narra acerca del clima y que la fiesta de Snoggletog será memorable porque no hay más guerra y los dragones ahora son mascotas.
"Esto es Berk, presumimos un soleado clima veraniego que te provoca hipotermia en el hígado. La única ventaja es nuestra celebración anual. La llamamos Snoggletog. ¿Por qué tiene ese nombre tan tonto? sigue siendo un misterio. Pero con el fin de la guerra y los dragones viviendo entre nosotros, la Snoggletog de este año promete ser muy memorable".
Hipo es despertado de golpe por Chimuelo rugiendo y saltando sobre el techo, asegurándose de agarrar su casco antes de ir a volar con sus amigos (o al menos para resbalar en el hielo y ser atrapado por Chimuelo). Mientras Hipo y Chimuelo practican un truco aéreo, los demás Vikingos y dragones preparan todas las decoraciones en la isla para la celebración. Mientras Estoico dice que esta será la mejor Snoggletog de todas, los dragones parecen escuchar un rugido distante; los Vikingos ven cientos de dragones volando a lo lejos en una misma dirección mientras todos los dragones se escapan volando de Berk para unirse al gran grupo de dragones a lo lejos causando mucha confusión entre los Vikingos. Mientras tanto Hipo y Chimuelo van de regreso a la isla cuando chocan con la nube de dragones en dirección contraria y uno de tantos dragones tira el casco de Hipo al océano. Chimuelo se tira a atrapar el casco pero Hipo decide que es mejor ir primero a Berk y averiguar que sucede.
Segundo después de aterrizar, Hipo es acorralado por cientos de Vikingos preguntándose a dónde fueron los dragones, pero él no tenía idea. Estoico llama a todos los Vikingos al Gran Recinto para discutir los nuevos planes para la festejo mientras Hipo y sus amigos deciden ir a caminar. Astrid intenta evitar que se pongan tristes proponiendo inventar nuevas tradiciones de Snoggletog, entonces Brutacio le señala a Hipo que debe ser genial tener un dragón que no puede ir a ninguna parte sin su jinete y en eso Hipo mira a Chimuelo triste en la cima de un acantilado queriendo volar.
Al día siguiente, Astrid vino con una nueva bebida que inventó, ponche de yak, esperando que se vuelva una nueva tradición de Snoggletog. Patán, tratando de llegar a su lado bueno, decide probar un poco y enseguida se retracta, pero decide tragárselo antes que escupirlo enfrente de Astrid. Patapez viene corriendo a probar el invento de Astrid pero cambia de opinión cuando Patán le advierte a las espaldas de Astrid que no le conviene probar. Los gemelos se negaron con solo sentir el olor, así que Astrid decidió ir a ver a Hipo. Hipo estaba construyendo una nueva aleta para Chimuelo en la herrería porque estaba de acuerdo con lo que dijo Brutacio, no era justo que Chimuelo no pudiera volar a voluntad como los otros dragones. Astrid le ofreció algo de su ponche a Hipo y luego se puso a pensar en voz alta si Chimuelo volvería o no dejando a Hipo con dudas, luego de que se fuera él escupió el ponche. A la mañana siguiente Hipo le dio la aleta a Chimuelo, quien primero la empezó a golpear contra el suelo hasta que descubrió qué tenía de especial, en ese momento Chimuelo se fue volando.
Tres días después, Hipo se levanta sorprendido de la cama al escuchar golpes en el techo. Salió corriendo creyendo que era Chimuelo pero se resbaló otra vez y tendido en el suelo se dio cuenta que los golpes eran porque su padre estaba reparando las tejas del techo. Estoico calma a su hijo diciéndole que Chimuelo tal vez esté con los otros dragones. Luego, cambiando de tema, le pregunta a Hipo dónde está su casco y que debería cuidar sus cosas.
Más tarde Hipo camina con unos redor pensando pescar su casco hasta que se encuentra a Patapéz que venía del muelle con una canasta llena de pescado, actuando raro como en los últimos días. Al ver la canasta Hipo le dice con una sonrisa que come como un dragón. Viendo la respuesta nerviosa de Patapéz, Hipo lo sigue hacia un granero donde Patapéz había encadenado a su dragón, Gordontúa, para evitar que se fuera. Tan pronto como Hipo abrió la puerta, Gordontúa rompió la cadena y se fue volando llevándose a Hipo hacia algún lugar desconocido. Patapéz y Astrid veían a Hipo y Gordontúa irse volando mientras los gemelos y Patán estaban en donde estuvo encerrado el dragón de Patapéz. Mientras Astrid le gritaba a Patapéz por secuestrar a su dragón, Brutacio descubrió algo en una pila de paja. Para su sorpresa, eran huevos de Gordontúa, descubriendo así, que era hembra y no macho como Patapéz creía. Luego Astrid se dio cuenta que todos los dragones se fueron a poner huevos y tuvo la idea de envolver los huevos de Gordontúa con cintas de colores y ponerlas en las casas de los demás Vikingos con regalos y como una nueva tradición de Snoggletog.
Hipo fue llevado a una isla llena de dragones, entonces rápidamente se dio cuenta de que los dragones se fueron a poner sus huevos. Gordontúa pone algunos huevos en el agua de los cuales nacen unos bebés Gronckles en una explosión absorbida por el agua. Hipo se da cuenta de que le faltó poner un huevo en el agua pero este le explota en la cara justo cuando Hipo se agachó a recogerlo, luego él comenta lo bueno que es que los dragones no nacen en Berk. Mientras tanto, todo Berk está en llamas por los huevos que Astrid y los otros repartieron por todas partes.
Hipo mientras paseaba y exploraba el lugar, se encuentra con Torméntula (el Nadder de Astrid), Dientepúa (el Pesadilla de Patán) y sus hijos. Luego de encontrarlos Hipo convence a Dientepúa de que lo lleve de vuelta a Berk pero esto empezó una migración completa a la isla. Los bebés parecían saber volar, pero eran tan pequeños que el viento los empujaba de vuelta. Después de pensar un momento, Hipo recordó algo que vio en el camino.
En Berk mientras todos reparan el lugar, Estoico decía cómo esa era la peor Snoggletog de todas hasta que todos dejaron de trabajar y miraron al cielo. Se veía una enorme nube de dragones con Hipo y otros dragones cargando una vieja nave vikinga atada con cuerdas, éso es lo que vio Hipo en el camino. La nave tenía a los bebés de todos los dragones permitiendole a todos volver a salvos. Todos regresaron con sus dragones y felicitaron a Hipo.
Hipo sonríe a los dragones y sus bebés pero, aún falta Chimuelo. Astrid lo felicita, le da un beso y un abrazo. el le pregunta por Chimuelo y en ese momento él entra por la puerta del Gran Recinto a las espaldas de Hipo. Astrid empieza a decirle a Hipo que no quisiera ser él, viendo que es el único si su dragón. Hipo le contesta irónicamente hasta que ella lo dá vuelta para que vea a Chimuelo y en cuanto lo ve, Hipo corre a abrazarlo. Hipo lo regaña por un momento hasta que nota algo en la boca de Chimuelo. Él lo escupe en la cabeza de Hipo mojándolo de saliva, entonces Hipo se da cuenta que todo ese tiempo, Chimuelo estuvo buscando el casco de Hipo. Él le da otro abrazo y Astrid dice:"Felíz Snoggletog!".
La mañana siguiente es parecida a la del comienzo, pero Hipo se levanta y Chimuelo pone la vieja aleta enfrente de él, sobre la nieve. Hipo le pregunta porqué esa aleta si tiene una mejor, entonces Chimuelo se la muestra y la destruye, insistiéndose con ojos de perro de usar la otra. Hipo se da cuenta de que él prefiere volar con él que simplemente cargarlo como los otros dragones y se pone feliz de saber esto. La historia termina con Hipo y Chimuelo realizando otro truco aéreo y una narración de Hipo:
"El invierno en Berk dura casi todo el año, se aferra con ambas manos y no se suelta y el único consuelo en contra del frío son a los que llevas en tu corazón. Resultó que esa fue la mejor Snoggletog de todas. Ese año le dí a mi mejor amigo un obsequio increíble y él me dio uno mejor".
Galería[]
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