El Humo Entra en tus Ojos (Smoke Gets in Your Eyes en inglés) es el episodio 17 de Defensores de Berk y el número 37 de toda la serie. Es precedido por El Efecto Anguila y sucedido por ¡Bing!¡Bam!¡Bum!.
Trama[]
Cuando el mercader Johann llega a Berk con enormes cantidades de metal, los Extinguehumo invaden el pueblo y se llevan todo el metal para construir un nuevo nido. Ya que no hay metal, y especialmente armas para proteger al pueblo, Hipo debe encontrar una forma de deshacerse de los dragones, hasta que descubre que la aparición de los Extinguehumo es parte de un plan de ataque ideado por Dagur el Desquiciado.
Sinopsis[]
El episodio comienza con el mercader Johann visitando Berk una vez más. Todos están emocionados menos Patán ya que Johann no le deja tocar nada en su barco, debido a que la última vez él rompió sus mejores mercancías. Mientras los jinetes miran y dan vueltas alrededor del barco del mercader, Bocón encuentra una enorme pila de metales que decide llevar a su taller. Así, los jinetes (menos Patán que fue echado por andar rompiendo cosas otra vez) ayudaron a Bocón a llevar el metal a la herrería, aunque Chimuelo estaba bastante agresivo y sospechoso de esta pila de metal.
A la media noche, una niebla espesa aparece de la nada y comienza a recorrer el pueblo, hasta detenerse en la pila de metal en la herrería. Por la mañana, muchos de los vikingos del pueblo se quejan de haber perdido varios de sus objetos de metal, incluido Brutacio quien perdió la maza que le compró a Johann, la cual llamó "Macey". Hipo y Astrid comienzan su investigación en el taller de Bocón, pero no encuentran ningún tipo de marca o huella que les pueda dar una pista. Es más, ninguna de las trampas esparcidas en la herrería fue activada. El siguiente lugar que deciden investigar es la casa de los gemelos, donde encuentran el santuario que Brutacio había construido para Macey. Tampoco en este lugar lograron encontrar nada, aunque Brutacio sospecha que Brutilda robó su arma porque dice que "estaba celosa". Sin ningún rastro para seguir, Hipo y Astrid deciden continuar la investigación el día siguiente.
Más tarde esa noche, la niebla vuelve a aparecer y se pone a recorrer el pueblo, robándose todo el metal que encuentra en las casas. Cuando la niebla entra en la casa de Hipo y Estoico, parte de ella sube al cuarto de Hipo. El joven vikingo es despertado abruptamente cuando la niebla intenta robarle su pie de metal. Chimuelo también se despierta y defiende a su jinete soplando la neblina con sus alas, revelando que los verdaderos ladrones en realidad eran Extinguehumos. Los dragones rápidamente se escapan, no sin antes robarse algunas de las cosas de metal en el cuarto de Hipo.
Al amanecer, las pérdidas son ahora mucho mayores, viéndose que los jinetes ahora ni tienen cascos. Hipo informa al pueblo que los ladrones fueron los Extinguehumo, aunque no está claro cómo ni por qué se encuentran en el pueblo, siendo que los Extiguehumo nunca se alejan tanto del pantano Rompecuellos. Bocón interrumpe de repente, gritando que la pila de metal que compró desapareció. Esto hace que Hipo sospeche del mercader Johann.
En el Gran Salón, Hipo y Estoico le preguntan a Johann de dónde sacó esas cantidades de metal. Johann revela que se lo compró a un berserker a un precio muy barato cerca del pantano Rompecuellos. Hipo le dice al mercader que ese metal es parte de los nidos de los Extinguehumo y que está lleno de crías de estos dragones, luego él y su padre se van enojados, incluido Chimuelo quien deja lo que estaba comiendo. Estoico y su hijo caminan por el pueblo, observando lo difícil que es la vida para todos sin utensilios de metal. Peor que eso es que en la armería casi no hay armas, lo que deja al pueblo muy vulnerable ante cualquier ataque. Los jinetes se disponen a encontrar a los Extinguehumos y todo el metal, los cuales, según Patapez, no pueden estar muy lejos ya que los Extinguehumo no pueden volar por mucho tiempo con carga. Hipo supone que los dragones construyeron un nuevo nido en Berk, pero sería imposible encontrarlo antes de que la armada berserker llegue, así que deciden usar el poco metal que queda en el pueblo como carnada y luego seguir a los Extinguehumo a su nuevo nido.
Cuando los Extinguehumos se llevaron ala carnada, los jinetes esperan el momento oportuno para actuar, sin embargo los gemelos no siguen el plan y atacan a los dragones que creen que siguen en el área, pero resulta que se estaban atacando entre sí. La niebla se dividió en dos pequeñas nubes que tomaron caminos distintos, obligando a los jinetes a dividirse. Hipo y Chimuelo casi pierden de vista a la nube que perseguían, aunque después vuelven a encontrarla. Los Extinguehumo, sin embargo, arrancaron una vara de la cola de Chimuelo, forzando al jinete y su dragón a continuar la persecución en tierra. Hipo usa su escudo para atrapar al Extinguehumo que robó la vara, pero resulta que el dragón era mucho más fuerte que él y termina arrastrándolo por el camino. El dragón decide dejar la vara y la soga que lo ata se rompe. Resulta que al final terminaron en el nido de los Extinguehumo. En ese momento Astrid los encuentra y le informa a Hipo que una enorme armada de berserkers y marginados se dirigían hacia Berk.
Pasando a la flota enemiga, se revela que Dagur y Salvaje planearon venderle a Johann el metal con las crías adentro, sabiendo que terminarían en Berk y que los Extinguehumos los dejarían vulnerables. Hipo planea rápidamente un plan, gracias a Brutacio, y le dice a la gente del pueblo que trate de juntar un poco más de metal. Bocón le da a su aprendiz el gancho de su brazo izquierdo con el que mató a su primer marginado y le dice que lo cuide bien. Esta vez los jinetes usan el metal para atraer a los Extinguehumo fuera del nido y los lleva hacia el pueblo. Dagur está cada vez más impaciente ya que no veía ningún tipo de movimiento o ataque en la costa, hasta que finalmente los residentes de Berk aparecen a defenderse. Estoico y los otros vikingos se disponen a defender la isla con lo que pueden, mientras que Hipo y Chimuelo se acercan a la armada con la niebla de Extinguehumos detrás, impidiendo que sus enemigos puedan ver su objetivo. Luego sueltan la carga que llevaban sobre el barco de Dagur. Al principio, el jefe berserker estaba desconcertado, pero luego se dio cuenta de que era para que los dragones atacaran la flota. Los Extinguehumos se robaron todo el metal de los barcos, incluidos los clavos y tornillos, desarmando la flota en poco tiempo. Los berserkers son obligados a retirarse y, mientras Dagur gritaba que este no será el ultimo ataque, don Extinguehumos le roban la hombrera y el casco.
Horas más tarde, los jinetes lograron recuperar la mayor parte del metal perdido de Berk, incluida la preciada maza de Brutacio. Estoico le pregunta a su hijo cómo es que planea sacar a los Extinguehumo de la isla, entonces se muestra que al final puso un poco de metal en la nave de Johann y lo hizo navegar hacia el pantano Rompecuellos. Así, el episodio termina con Johann tratando de sacar a los dragones de su nave y a Hipo y Chimuelo asegurándose de que llegue al pantano.
Eventos importantes[]
- Bocón compra una pila de metal del mercader Johann.
- Los Extinguehumos roban todo el metal de Berk.
- Dagur intenta invadir Berk.
- Hipo detiene la flota con los Extinguehumos.
Curiosidades[]
- Es curioso que, cuando los Extinguehumos atacaron a Hipo en su cuarto, Estoico no escuchara nada, ya que su cuarto está justo debajo del de Hipo.
- Se introduce a Macey, el arma que Brutacio idolatra.
- Se revela que Patán tiene un casco de repuesto.
- Puede que Dagur también tenga un casco de repuesto ya que lo pierde en este episodio, pero en los últimos episodios de esta temporada lo tiene de vuelta.
- Brutilda revela que le tiene miedo a los fantasmas.
Galería[]

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