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El Retrato de Hipo Como un Hombre Fuerte (El Retrato Musculoso de Hipo en España y Portrait of Hiccup as a Buff Young Man en inglés) es el octavo episodio de la serie Dragones de Berk. Fue estrenado el 03 de octúbre del 2012 en EE.UU y el 25 de marzo del 2013 en Latinoamérica.

Trama[]

Después de que Hipo ve el retrato con su padre, él deside ir en busca del tesoro de Hamish II para probarse a sí mismo.

Sinópsis[]

El episodio comienza con Hipo y Estoico juntos posando para un retrato que hace Cubeta sobre un escudo para luego ponerlo en la pared del Gran Salón junto a los demás retratos de los jefes y sus hijos. Estoico recuerda con cariño el día que pintaron su único retrato con su padre, al mismo tiempo que le dice a Hipo que sacara el pecho y alzara el mentón para que su retrato también sea memorable.

Un poco más tarde, los chicos ven los otros retratos del Gran Recinto mientras discuten cómo Hipo será parte de la historia cuando su retrato sea añadido mañana. Después de que Patán insultara al jefe pintado en uno de los retratos, Patapez le explica que ese era Hamish I, el jefe más rico y respetado de Berk con su hijo, Hamish II. Patán, burlonamente, se hace pasar por Hamish I y en un tono agudo y soberbio, ordena que le besen sus "zapatos puntiagudos". Brutacio y Brutilda pretenden hacerlo, pero solo para teclearlo. Patán golpeando la pared causa que el retrato de Hamish II se caiga y lo golpee en la cara con el reverso. Patapez se preocupa inmediatamente y cuidadosamente pone el retrato donde estaba. Un pedazo de pergamino cae inesperadamente del reverso del retrato, el cual Patán arrebata. Investigándolo más de cerca, descubren que es un mapa. Un tesoro con pistas codificadas como enigmas. Bocón viene de repente y toma el mapa, explicándoles que es muy peligroso tratar de encontrarlo para cualquiera; muchos grandes vikingos perdieron miembros, sus vidas y su propia cordura tratando de encontrarlo. Estaba sorprendido de que hubiera una copia: se suponía que todas las copias habían sido destruidas a propósito. Patapez se dá cuenta de que se trataba del tesoro de Hamish I. Su hijo lo enterró con él y creó los mapas: sus pistas eran tan complicadas, que solo una mente brillante podría descifrarlas. Bocón les dice que incluso él y Estoico fueron en busca de él una vez. Terminaron en una tormenta en lo alto de una montaña, "discutiendo como tejones" sobre el significado de las pistas. Tuvieron suerte de volver con vida y con su amistad intacta. Él les dice a los adolescentes en términos muy claros que por su propio bien, se olviden de que alguna vez vieron un mapa, y se va con él. Sin embargo, parece que Patán, los gemelos y Patapez no tienen intenciones de seguir sus ordenes.

Al día siguiente, es el momento de revelar la pintura de Cubeta y colgarla. La capa se remueve desde la cima de la pintura y todos aplauden. Pero Hipo nota algo fuera de lugar en la pintura; él se ve musculoso. No se parece a sí mísmo en absoluto. Nadie parece darse cuenta. Su padre le dice que es él, sólo que más grande y fuerte; Abono lo empeora diciendo que el retrato es cómo el híjo de un jefe debería verse. En realidad, a Estoico le parece mejór de esta manera. De repente, Hipo se siente no deseado.

Él y Astrid caminan lejos del Gran Salón, a través del pueblo. Hipo se lamenta que a su padre le guste más la versión del retrato y no el verdadero: incluso su nombre lo prueba. Todos saben que es costumbre vikinga nombrar "Hipo" al más pequeño de la camada. Como para probar esto, un vikingo que criaba a una familia de ovejas carga en sus brazos a una pequeña oveja que ha llamado Pequeño Hipo para que pueda seguir el ritmo de los otros. El Hipo real suspira. Él se pregunta qué tiene que hacer para que su padre lo acepte como es; Astrid le dice que lo hace... solo que acepta más a la pintura.

Ellos caminan hacia la herrería de Bocón y ven a Patapez nervioso. Él comienza a hacer obvias señales con llamados de pájaros hacia un costado al mismo tiempo que les niega que trama algo. Hipo le pregunta, con tono molesto, en dónde están los demás adolescentes. Cuando Patapez cambia su llamado al de un búho, Hipo y Astrid caminan rodeándolo. Él ve a los gemelos esperando y a Patán salir por la ventana con el mapa del tesoro. Luego de comentar el terrible vigía que Patapez es, Patán les dice que él probablemente pueda encontrar el tesoro. Astrid no le creyó, repitiendo el hecho de que muchos de los mejores vikingos de la historia fueron asesinados tratando de encontrar ese tesoro. Y Patán le dice orgulloso que él es el siguiente. Astrid está totalmente en contra. Cuando Patapez dice que serán leyendas recordadas en canciones, Astrid le dice que morirá; ni siquiera Estoico, el mejor guerrero vikingo vivo en Berk, pudo encontrarlo. Hipo reflexiona sobre este hecho por un momento. Cuando él toma el mapa del tesoro, Astrid creé que hará entrar en razón al resto. En lugar de esto, Hipo dice que no sería una mala idea ir en busca del tesoro. Después de todo, si ni siquiera su padre pudo encontrar ese tesoro, ¿qué dirían si Hipo lograra hacer algo que ni Estoico el Vasto logró hacer?: lo asombroso que sería eso!, Astrid rindiendose ante la situación decide acompañarlos con la excusa de que no puede dejarlos sólos, apuntando a los gemelos que competían para ver quién podía golpear más fuerte en la cabeza al otro.

El mapa muestra seis pistas, cada una en continuación de la otra: resolver una te llevará a donde se resuelve la siguiente. Patán leé la primera pista:

"Donde la tierra se encuentra con el mar y el maestro su rodilla va a doblar, ahí su búsqueda va a comenzar"

Hipo se da cuenta de que ha visto antes la "rodilla del jefe doblada", y los lleva de vuelta al Gran Salón, donde los retratos de los jefes y sus hijos están colgados; específicamente al de Hamish I y Hamish II, donde encontraron el mapa. Hipo señala que la rodilla de Hamish I está doblada ("donde la rodilla del jefe se dobla") y que está apuntando a una formación rocosa en el fondo de la pintura. Él supone que deben buscar una formación rocosa en la playa ("Donde la tierra se encuentra con el mar"). Montando sus dragones, los entrenadores se dirigen hacia ese punto en la playa, donde Hipo leé la siguiente pista:

"De ahí verán la semilla que se ha sembrado, miren donde el agua se ha petrificado"

Hipo interpreta al "agua petrificada" como hielo, y exclama que se debe referir al glaciar en las cercanías...y bien acertado, había una entrada a la mitad de la cima.

Mientras tanto, en el Gran Salón, Estoico y Bocón discuten porque Bocón no destruyó el mapa, a pesar de conocer los peligros. Bocón admite que pensó que él y Estoico podrían intentar encontrar el tesoro otra ves, ya que "renunciaron demasiado pronto" la última vez, y, además, solo les costó un par de los dedos de los pies. Estoico se levanta y le dice a Bocón que tienen que encontrar a Hipo y al resto de los entrenadores antes de que se maten a sí mísmos, y se aleja, preguntando en voz alta por qué Hipo haría algo así de riesgoso. Ante esta pregunta, Bocón mira al retrato de Estoico e Hipo y hace una expresión desanimada, implicando que él ya lo sabe.

De vuelta en la playa con el glaciar, los entrenadores han entrado en una cueva en el hielo, donde Astrid señala que hay algo incrustado en el suelo. Hipo leé la siguiente pista:

"Llamé a Magni y fue que me perdí, pero llamé a Freya y el camino vi"

Patán, sin tener en cuenta la pista, le da cabezazos al hielo alrededor del objeto con su casco; sin embargo, cuando el hielo se rompe, se activa una trampa que habría destrozado su cabeza, de no ser por Hipo quien se dió cuenta de la trampa y lo sacó del peligro. Hipo y Patapez se dan cuenta de que Magni es conocido como el dios de la fuerza y Freya la diosa del fuego. Hipo hizo que Chimuelo derritiera el hielo alrededor del objeto, el cual resulta ser una pieza de metal forjado. Brutilda pregunta si ese es el tesoro, e Hipo dice que debe ser algo que los llevará hacia el tesoro, y que solo es la primera pieza. De repente la caverna comienza a derrumbarse. Los adolescentes se escapan rápidamente en sus dragones antes de que la cueva colapse parcialmente.

Estoico y Bocón, buscando a los adolescentes en el dragón de Estoico, buscan en la playa y encuentran las huellas de Chimuelo. Bocón llega a la conclusión, oliendo algunos granos de arena, de que estuvieron allí hace una hora. El ruido del hielo del glaciar derrumbándose es todo lo que necesitaban para darse cuenta de que los entrenadores habían encontrado algo. Esto sólo confirma que Bocón había tenido la razón; él había pensado en el glaciar también. Estoico le pregunta por qué habían pasado una semana cavando en la playa, pero Bocón le recuerda que había sido idea suya. Estoico se asombra en cómo ellos habían tardado un mes en llegar hasta este punto, mientras que su hijo llegó más lejos en una tarde. Bocón, está de acuerdo, ellos habían sido superados por "el pequeño hipo", mientras que ellos se pensaban a sí mismos como "vikingos grandes y fuertes". Estoico quería saber a qué se estaba refiriendo su amigo, y Bocón le recuerda la pintura. Estoico reacciona, dándose cuenta de que Hipo busca el tesoro para probarse a sí mísmo.

Desde la címa plana de una torre rocosa, los adolescentes miran hacia el océano e Hipo leé la siguiente pista:

"En la orilla del mundo, entre el mar iracundo, en la boca de la serpiente encontrarán otra llave"

Después de una lluvia de ideas entre ellos, esto lleva a Hipo a notar que una roca que sobresale del mar se parece vagamente a la serpiente del mapa. Justo cuando Hipo estaba a punto de salir volando en Chimuelo, Patapez los detiene diciendo que la envergadura de un Furia Nocturna es demasiado grande como para planear en los vientos cortantes alrededor de la serpiente; solo lograrán morir. Hipo luego sugiere que Patapez, quien monta al Gronckle de pequeñas alas, podría llevarlo hasta la serpiente. Suspendido por una soga atada a la correa de la montura de Gordontúa, Hipo tiene a Patapez planeando sobre la boca de la serpiente donde Hipo puede ver una llave. Fuera del alcance de la mano, Hipo usa su prótesis de pie para lanzar la pieza en el aire y luego atraparla. Luego el grupo se dirige al bosque.

En el bosque, Hipo descubre que ambas llaves encajan juntas formando parte de una llave más grande. Brutilda le pregunta a Hipo qué hará con su parte del tesoro. Cuando él le contesta que no participa por el tesoro, Patán rápidamente reclama su parte del tesoro. Astrid le pregunta a Hipo si sabía que no necesita ir en busca del tesoro, pero él le dice que aparentemente su padre piensa de otra manera. Astrid responde a esto solo con una expresión preocupada. El grupo llega a un acantilado con una pared vagamente triangular construida con rocas ceñidas. Hipo dice que allí debe ser donde debe estar el siguiente desafío, ya que "¿quién construiría una pared así en medio del bosque?" Él luego leé la siguiente pista:

"El mundo es adecuado cuando las estrellas están alineadas. De no estar coordinado, peligros encontrarás"

Patán se queja de que no quiere esperar hasta la noche para buscar el tesoro, pero Hipo le asegura que las "estrellas" de las que habla el mapa son de forma metafórica, ya que las pistas anteriores usaban metáforas para describir las cosas. Mientras Hipo trataba de resolver la pista, Patapez se acerca a la pared para inspeccionarla y descubre que hay figuras talladas en varias piedras, y que esas piedras específicas tenían asideros. Los otros adolescentes se acercan a la pared, e Hipo les dice que mantengan los ojos abiertos por cualquier cosa que parezca una estrella. Patán encuentra una piedra con una estrella tallada y comienza a retirarla, pero la pared empieza a temblar amenazando con derrumbarse sobre ellos. Patán no puede empujar la piedra de vuelta con su propia fuerza, pero Dientepúa lo ayuda tan pronto como escucha sus gritos. Hipo razona que "si no te sincronizas" significa que debe haber otra estrella y que deben retirar ambas al mismo tiempo, por lo que le pide a Brutacio y Brutilda que se encarguen. Usando su vínculo de gemelos, fácilmente y al mismo tiempo le piden a Barf y Belch que retire las piedras. La pared revela ser en realidad una puerta cuando se abre a la mitad revelando una cueva oscura. Entrenadores y dragones entran, pero cuando Chimuelo finalmente pasa, la puerta se sierra detrás de él. Con la ayuda de dos antorchas, logran llegar más lejos, pero se detienen cuando notan un elevado cambio en la temperatura; el resultado de un montón de Gusafuegos, pequeños dragones cuya piel arde como el sol. Los dragones de los entrenadores entran en acción cuando los Gusafuegos atacan, repeliendose con su fuego y con Barf, Belch, Dientepúa y Chimuelo alentandolos de la parte central. Durante la batalla, se enciende un anillo de fuego mostrando siete pedestales, cada uno con una pieza de la llave. Patán le insiste a Hipo para que tome todos los que pueda para poder salir de allí, pero Hipo le dice que es una elección:

"Algo puro, algo resistente, mira en tu interior y el error no estará presente"

Pensando la pista, se reduce a dos piezas, Patapez piensa que es la de hierro por ser resistente, pero Astrid dice que el hierro no es puro, por lo que debe ser la de oro. Los dragones defienden hasta donde pueden, pero Dientepúa se queda sin fuego, y Gordontúa lo cubre hasta que también se queda sin fuego. Mientras Torméntula lo releva, Hipo elige la pieza que él creé que es correcta, la cual se parece a un dragón (mira en tu interior). De repente todos los Gusafuego abandonan la habitación: el suelo debajo de Hipo y Chimuelo cae al comenzar a derrumbarse la cueva. Chimuelo salta fuera del centro, pero Hipo no y cae; Chimuelo inmediatamente se lanza detrás de él. De mala gana, Astrid se va con los otros a través de unas aperturas que Patán divisó entre las rocas, mientras Patapez señala que no quedará nadie para ayudar a Hipo si todos quedan atrapados con él.

Al fondo del pozo debajo de la sala de pedestales, Hipo nota un agujero de forma extraña. Él toma las tres piezas del glaciar, la boca de la serpiente y la sala de pedestales, y las une formando una sola llave. Luego inserta la llave en el suelo, la gira, y la llave se eleva sobre otro pedestal, que abre un pasadizo secreto. Hipo comienza a caminar por el pasadizo con Chimuelo detrás de él. En el exterior, Astrid y Patapez cavan entre los escombros del derrumbe (mientras Gordontúa come felizmente algunas de las rocas lanzadas para reponer sus reservas de fuego) con el fin de encontrar a Hipo. Después de llegar con Bocón en su Trueno Tambor, Estoico mira a las adolescentes e inmediatamente se da cuenta de la situación. Dentro de la cueva y a través de un puente de piedra, Hipo y Chimuelo llegan a una sala con un pedestal rodeado por oro: el sepulcro de Hamish I. En el pedestal, dentro de un anillo de piedra que sobresale de él, se encuentra un pedazo de pergamino enrollado que Hipo saca y leé lo que está escrito en su exterior:

"Este tesoro fué pasado de padre a hijo. Te lo dejo a tí, el siguiente afortunado, pues sólo un hipo llegaría tan lejos. De uno a otro, sé orgulloso de quien eres"

Hipo luego desenrolla el pergamino para revelar otro retrato de Hamish I y Hamish II, una detallada ilustración del verdadero Hamish II, un hipo; tal ves Hamish II lo hizo él mísmo. Hipo se da cuenta de que Hamish II sabía que solo otro hipo podría encontrar el tesoro: un vikingo, no con fuerza, si no con inteligencia. Maravillado por la gran cantidad de oro, Hipo comienza a pensar que ser un hipo no es una cosa tan mala después de todo. Luego, el anillo del pedestal, sin el pergamino para sostenerlo, cae al suelo y el pedestal se hunde en el suelo mientras otros dos pedestales se elevan a ambos lados de la misma y a varios pasos de distancia uno del otro, uno tiene un típico martillo vikingo y el otro una pluma. Hipo luego nota otra pista en el suelo:

"Entre el cuerpo y la mente, una elección debe hacerse de lo que encuentres. En este momento en tu interior debes mirar, porque solo un camino te dará verdadero bienestar"

Dos pilares de piedra caen, los escombros bloquean la entrada mientras la sala del tesoro comienza a colapsarse. Hipo se da cuenta de que para sobrevivir, debe elegir entre el martillo o la pluma. Hipo hace su elección mientras Estoico, Astrid y Patapez siguen cavando entre los escombros. Todos afuera notan que una colina se colapsa y corren a investigar. Cuando el polvo se disipa, Hipo, quien eligió la pluma, y Chimuelo están bien. La pluma estaba ubicada en el único punto seguro para pararse mientras la colina se derrumbaba alrededor. Estoico e Hipo corren el uno hacia el otro y se abrazan. Hipo luego les muestra a todos el verdadero tesoro: el retrato de Hamish I y el hipo Hamish II. Patán dice que ese no es un tesoro, pero Estoico le dice que sí lo es para un padre. Estoico se disculpa con Hipo por hacerlo sentir que necesitaba encontrar el tesoro para demostrarle su valor. Hipo le responde que debía hacerlo para sí mísmo. Estoico e Hipo se abrazan otra vez.

La escena cambia al Gran Salón donde todos miran a Cubeta reemplaza el retrato original de Estoico e Hipo con otro más apropiado donde se muestra a Hipo tal y como es, usando su casco vikingo y sosteniendo un pedazo de pergamino enrollado con ambas manos en frente de él. Mientras Hipo hace la narración de cierre, Estoico pone su mano en su hombro, viéndose tan orgulloso de su hijo como lo hace en la pintura.

Eventos importantes[]

  • Primera aparición del dragón Gusafuego en la franquicia.
  • Hipo es el primero en resolver los acertijos y encontrar el tesoro que dejó Hamish II.

Curiosidades[]

  • Cuando Estoico e Hipo posan para el primer retrato, Estoico tiene una espada en la mano, pero cuando el retrato es revelado, él tiene un martillo en la mano.
  • Estoico dice que cuando Cubeta perdió parte de su cerebro en una pelea contra un dragón se volvió un excelente artista.
  • Este episodio es similar al segundo libro, Cómo ser un pirata. Hipo va en busca de un tesoro, enfrentando problemas que solo él puede resolver. Tanto en el libro como en el episodio Hipo termina abandonando el tesoro.

Errores[]

  • Cubeta usa sus dedos para pintar, por eso obviamente los tiene manchados, pero en escenas posteriores cuando posiciona a Hipo, sus dedos están limpios.

Galería[]

Primer retrato

Para ver la galería haga click aquí.

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